martes, 26 de junio de 2012



I see a rhinoceros!

jueves, 14 de junio de 2012

Puertas, puertas y ventanas, una salida.

No sabía porqué pero su mente se estaba llenando de recuerdos (recuerdos de no se donde, por que no era nada que hubiera vivido antes.)

Por alguna razón que desconocía aparecían, como fotogramas, escenas que componían un proyecto de vida. Aquella sonrisa infinita. Las noches enteras hablando por teléfono, sin hablar. La impuntualidad de él, que tanto le irritaba y que al final aprendió a llevar mientras rellenaba crucigramas en cualquier esquina de la ciudad que los había visto enamorarse. Enamorarse. Enfadarse. Llorarse. Como cuando ella le confesó que tenia cáncer, el lloro, y la besó, y la besó mas fuerte, la desnudó...no pararon de llorar mientras hacían el amor susurrándose sin parar –Te amo, te amo, te amo-.
La vida juntos era una rutina deliciosa. El olor a comida de los domingos. Los viajes juntos. Las anécdotas. Como aquel verano que perdieron las maletas en el aeropuerto. Cada vez que veian las fotos se morían de la risa. La risa. Su risa. Eso fue lo que le enamoró de el. No podría vivir sin aquella dulce banda sonora. No. No. No.