domingo, 9 de noviembre de 2014

Amore in odium.

No me mira. Yo le observo todo el tiempo, no me pierdo ni uno de sus movimientos, pero él no me mira. Cuando le hablo me responde mirando al vacío, como si no soportase mis ojos. Eso me hace difícil ver los suyos, ver sus ojos negros y líquidos. Me asusta que no me mire, que sepa o suponga todo lo que siento, y que por eso mire al vacío cuando me habla. A veces camina hacia mí pero se detiene en el último momento, como si quisiera decirme algo pero se arrepintiese antes de hacerlo. Otras veces le hago reír. Gira la cabeza y sonríe mirando al suelo, pero nunca me mira directamente, como si le diera miedo que yo viese sus ojos negros y líquidos y me enamorase aún más de ellos, o como si le diese miedo ver mis ojos que le miran y corresponderme sin querer.