La vida.
La muerte.
El alma y el sol.
El deseo de lo inalcanzable y el dolor de vernos en esta forma mortal.
Vagamos por una playa de nostalgia azul y naranja acuarelada. Estamos fragmentados y por eso solo vemos lodo café, anhelamos que nuestras almas se miren, pero que se miren de verdad. Así como antes hacían los gitanos y magos de una era ya extinta. Nuestros ojos están abiertos, pero cerrados a lo mas importante. Estamos malditos.
La vida.
La muerte.
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