jueves, 9 de febrero de 2012

El árbol mágico

No quiero sonar tonta, ni ingenua, pero...que es la felicidad si no la ingenuidad de dejarnos llevar? Como un niño en el jardín ensuciándose, escondiéndose del villano que le persigue, y viajando a nuevos mundos al cruzar un árbol mágico. Y en ese mundo el tiempo no pasa, y todo es brillante, la noche no existe ni los monstruos abajo de la cama, aquí hay miles de manzanas moradas (que saben a chocolate) y el viento soplando en mi cara me recuerda lo sencillo de la felicidad.

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