martes, 14 de febrero de 2012



El arte de perder no es difícil de aprender.


Tantas cosas buscan perderse que,


cuando al fin se pierden, nada pasa.


.


Perdé algo cada día. Aceptá


que se te pierdan las llaves, las horas.


El arte de perder no es difícil de aprender.


.


Practicá, después, perder más, y más rápido:


lugares, nombres, el destino al que ibas.


Nada grave pasará, no pasa nada.


.


Perdí el reloj de mamá. Y la última


o anteúltima casa de las tres que quise tanto.


El arte de perder no es difícil de aprender.


.


Perdí dos dulces ciudades, algunos


de mis reinos. Perdí dos ríos, un continente.


Los extraño, sí, pero no pasó nada.


.


Te perdí a vos (tus bromas, el gesto que amaba)


y aquí me ven. Es que el arte de perder


no es difícil de aprender, aunque parezca


que algo pasó, que algo pasa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario