lunes, 30 de julio de 2012
19 August Déjà vu.
Desde que tengo memoria, y eso hace demasiado tiempo, no recuerdo un solo cumpleaños donde no halla llorado de frustración, enojo, rabia o de coraje. Todos mis cumpleaños significan una perdida, no me refiero simbolica, me refiero a perdida de esas que duelen, cuando se muere alguien, se muda alguien, o como en mi caso, deciden que yo soy la que debe tomar sus cosas e irse. Ya ha pasado algun tiempo desde aquel incidente, ese que me marco para siempre y que no cualquiera sabe de lo que hablo, esos acontecimientos que se quedan adentro, marcados, escarificados en la piel suave y blanca que una vez estuvo intacta. Y es que esas cosas no se olvidan tan facil, y mucho menos cualquiera entiende la gravedad de tal asunto, y yo yo sola he tratado de olvidar, pero es que olvidar no se puede, no eso, mucho menos por que me gusta quien soy ahora y lo soy gracias a ello, soy esa coleccion andante de melancolia, cicatrices y perfume caro. El tiempo ha pasado y algunas cosas no cambian y a este punto dudo que lo hagan. Hoy por ejemplo. Estoy en una cocina, no hay nadie en mi casa, y mi padre decidio que no podia salir con mis amigos. Odio mis cumpleaños. Odio este dia.
domingo, 29 de julio de 2012
Esos ojos.
En sus ojos se había producido una de las mayores inundaciones que he visto y sollozaba, intentando disimular la tristeza, así que me acerque, seque las lágrimas de mis ojos y de los suyos y pregunte
_ ¿Qué te sucede?, ¿Qué es lo que empaña tus ojos?
_ No quiero que estemos lejos, no quiero separarme de la persona que más esperanzas me da. Creí que siempre estarías conmigo.
_ Siempre es mucho tiempo_ dije mientras ponía la mano sobre su corazón y continuaba diciendo_ pero, pase lo que pase estaré aquí dentro, apoyándote ante las adversidades y velando por tu felicidad. Cuando parezca que el cielo a dejado de ser azul, los problemas se te caigan encima y el mundo intente sepultarte en vida, piensa en mi, y da por seguro que yo también estaré pensando en ti.
_Entonces… Por muy lejos que nos encontremos, ¿Tu siempre viajaras conmigo? ¿Será como si te llevara siempre dentro de mí?
_ Claro, nunca te abandonare, ni tú a mí. Cuando el arco iris pierda su esplendor y el sol deje de brillar, estaremos ayudándonos mutuamente y echándonos de menos, como si fuéramos dos, en un mismo cuerpo.
Entonces dejo de llover en su cara y mostró una extensa sonrisa que consiguió contagiarme.
_ ¿Qué te sucede?, ¿Qué es lo que empaña tus ojos?
_ No quiero que estemos lejos, no quiero separarme de la persona que más esperanzas me da. Creí que siempre estarías conmigo.
_ Siempre es mucho tiempo_ dije mientras ponía la mano sobre su corazón y continuaba diciendo_ pero, pase lo que pase estaré aquí dentro, apoyándote ante las adversidades y velando por tu felicidad. Cuando parezca que el cielo a dejado de ser azul, los problemas se te caigan encima y el mundo intente sepultarte en vida, piensa en mi, y da por seguro que yo también estaré pensando en ti.
_Entonces… Por muy lejos que nos encontremos, ¿Tu siempre viajaras conmigo? ¿Será como si te llevara siempre dentro de mí?
_ Claro, nunca te abandonare, ni tú a mí. Cuando el arco iris pierda su esplendor y el sol deje de brillar, estaremos ayudándonos mutuamente y echándonos de menos, como si fuéramos dos, en un mismo cuerpo.
Entonces dejo de llover en su cara y mostró una extensa sonrisa que consiguió contagiarme.
sábado, 28 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
A diez centimetros de ti...
Repaso mis lecciones delante del espejo
Y me digo que a larga lo bueno es lo correcto
Respiro lentamente, me vuelvo hacia la barra del bar
donde tú estás
Y tú que te conoces el mapa de mi alma
No sabes que hay un mundo detrás de mi mirada
Sabes abrir mis puertas preguntándome si todo va bien
o algo va mal
Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trozos mi parte más exacta
Pequeña teoría convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas si tú y yo somos así
A 10 centímetros de ti
Tu encanto son armas cargadas de promesas por cumplir
Promesas sobre la arena que el mar borrará al venir
Los años que pasaron pasaron tantos siglos
En lo que dura un beso el tiempo se ha invertido
No hace falta que te jure querido
Que no debí quererte sin embargo te quiero
Y aquí es cuando tus ojos me dejan desarmada
Rompiendo en mil trozos mi parte más exacta
Pequeña teoría convertida en un montón de palabras
Que vuelven solas a casa
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas si tú y yo somos así
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Tu encanto son armas calladas de promesas que
Consiguen que me sienta tan tonta, tan extraña
Tan lejos de mí misma, tan cerca de tu alma
Me pierdo a la deriva, tan sólo encuentro el medio del agua
Promesas maleducadas
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Qué importan las ciencias exactas si tú y yo somos así
A 10 centímetros de ti
A 10 años luz de mañana
Promesas sobre mareas
Tu nombre y el mío en la arena
Promesas bajo condena
Que el mar borrará al venir
miércoles, 25 de julio de 2012
lunes, 23 de julio de 2012
sábado, 21 de julio de 2012
Everything I want I have
Money, notoriety and rivieras
I even think I found God
In the flash bulbs of your pretty cameras
Pretty cameras, pretty cameras
Am I glamorous? Tell me, am I glamorous?
Hello? Hello?
Can can you hear me?
I can be your china doll
If you want to see me fall
Boy you're so dope
Your love is deadly
Tell me life is beautiful
They all think I have it all
I'm nothing without you
All my dreams and all the lights mean
Nothing without you
Summertime is nice and hot
And my life is sweet like vanilla is
Gold and silver line my heart
But burned into to my brain all these stolen images
Stolen images, baby, stolen images
Can you picture this?
Picture a life we could've lived?
Hello? Hello?
Can can you hear me?
I can be your china doll
If you like to see me fall
Boy you're so dope
Your love is deadly
Tell me life is beautiful
They all think I have it all
I'm nothing without you
All my dreams and all the lights mean
Nothing without you
We were two kids, just tryin' to get out
Live on the dark side of the american dream
We would dance all night, play our music loud
When we grew up nothing was what it seemed
Hello? Hello?
Can can you hear me?
I can be your china doll
If you like to see me fall
Boy you're so dope
Your love is deadly
Tell me life is beautiful
They think that I have it all
I'm nothing without you
All my dreams and all the lights mean
Nothing without you
Hello? Hello?
Can can you hear me?
I can be your china doll
If you like to see me fall
Boy you're so dope
Your love is deadly
Tell me life is beautiful
They think that I have it all
I'm nothing without you
All my dreams and all the lights mean
Nothing without you
All my dreams and all the lights mean
Nothing if I can't have you
Fragmento de "Alma de Quimera" de Dave W.
"Misteriosa, imponente, contradictoria temida, ... así es ella, nadie la conoce, nadie la comprende, resentida y condenada ha deambulado por el mundo como una bestia rabiosa, su corazón envenenado por el desprecio y la incomprensión le ha regalado muchos detractores, es irónico y a la vez ofensivo cómo una criatura tan excepcional y singular sea víctima de los abusos de los desagradables monstruos que infestan la faz de la tierra..."
lunes, 16 de julio de 2012
Leones en el parque.
A veces estamos en el mismo sitio y justo a la misma hora. Y casi puedo oír su voz, casi puedo tocarla. Quiero creer que sabe que estoy. Pero solo eso te queda. Recuerdos borrosos de besos, caricias desesperadas, sudor y éxtasis delicioso. Aquel viernes en la tarde te esperaba, llegaste tarde (como siempre) me alegre de verte (como siempre) dijiste _Hola_ y nos pusimos en marcha, yo me quedaba atrás a ratos, queriendo sostener tu mano, al parecer nunca lo notaste. Nunca te dije la mitad de lo que quería, y se que vos tampoco lo hiciste. Solíamos tener esa costumbre enferma de jugar así el uno con el otro. Lastimarnos era un deporte en el que ambos nos llevábamos la medalla de oro. Aunque nunca lo dijeras, yo se que me amaste, y yo también te ame. Pero estamos demasiado fragmentados, demasiado enfermos, demasiado sucios.
sábado, 14 de julio de 2012
No les hables de mi, así como juegas de que nunca existí y nunca nos conocimos, no les hables de mi a ellas. No quiero que me recuerdes mas, que me pienses, que me imagines o que incluso veas mis fotos. Yo no fui nada mas que un encuentro ocasional, pero no me quejo, aquellos tiempos fueron una probada de perfección, sabes por que? por que no llegamos al momento en el que todo se iba para la mierda, el drama y esas cosas, conmigo no, siempre he sido buena para irme silenciosamente mientras dormias, como si nunca hubiera estado, no necesito explicaciones. Ni tuyas, ni mías.
sábado, 7 de julio de 2012
Había sol, por eso salimos afuera. Nos sentamos a tomar aire y coca debajo de la higuera de nuestro jardín trasero. Ella sacudiendo la cabeza, agitando sus colitas de caballo. Yo pensando en todo lo que nos lastimaba y el daño que todavía estábamos obligadas a soportar.
Iba despeinándose progresivamente. Se arrancó una de las gomitas para el pelo y la arrojó en el pasto. Me acerqué y le pegué en las dos manos. No lloró ni me miró. Pensé de nuevo en el daño que debíamos esperar, en las vidas que vivimos juntas y le pegué más fuerte, en las manos y en los brazos. Ella me tiró la coca a la cara. Sentí las mejillas frías y pegajosas y casi me largo a llorar. La agarré del cuellito, clavándole las uñas, y la entré en casa.
No salís más, le dije. Hasta que a mí no se me antoje, no volvés a salir.
Me vi a la distancia. Siendo más que esto. Llevando bienestar y educación, información genuina a muchas personas. Sin esperar beneficios. Me vi dando amor y ayudando a vivir y a otros. Siempre en el pasado. Ahora, nada. Indignidad y sufrimiento. Auto restricción. Abusos.
Me senté de nuevo debajo de la higuera, a esperar el daño. Entré sin esfuerzo en mis zonas dolorosas mientras me secaba la coca de la cara en las mangas de la blusa.
¿Qué hacés con un perro que no podés tener? me preguntó mi mamá, interrumpiéndome para ofrecerme una servilletita de papel. La rechacé y seguí usando mi polera.
Primero que nada no lo tengo, contesté.
Pero la cosa es que ya lo tenés y yo te estoy preguntando. Qué hacés entonces. ¿Lo tirás?
No. Hay que hacerse cargo. Si lo tengo es para eso, para hacerme cargo.
¿Y qué es para vos hacerte cargo?
Tenerlo. Darle de comer. Curarlo si se enferma.
¿Y por qué te parece que tenés que hacerte cargo de un perro? ¿Por qué el perro no se puede hacer cargo él solo de su vida?
Una pregunta ridícula, sin respuesta posible. Pensada para quebrantar mi necesidad de conciliación. Había que entrar en conflicto, siempre. Levanté la voz, sin poder ocultar la amargura.
¿Cómo por qué? Porque el perro depende de mí. Es mi perro.
Dejala, nena, le dijo Sofi a mi mamá. No ves que no se siente bien.
Sofi no tenía autoridad para afirmar nada. Se aprovechaba. Abusaba de mi temor a imponerme.
No, dijo mi mamá. Nunca se siente bien. Ni se va a sentir. Ella sola se autrodecretó la vida de mierda que tiene.
No pude más.
¡Mirá la palabra que usás!, exploté. Autodecretó. Mirá cómo la usas. Escuchate. ¡No sabés hablar, mamá! ¿Te das cuenta de que sos una bruta que ni sabe hablar? ¿No ves lo grande que queda una palabra así en medio de esa frase?
Yo, si tengo un perro y no lo quiero más, directamente lo mato, dijo mi mamá, sin subir el tono. No lo dejo tirado en el jardín, enfermo, con la cabeza llena de quistes hasta que se muera. No lo tiro a la calle para que se muera de hambre o hasta que lo atropellen. O que la gente le haga cosas horribles. ¿Sabés lo que le hacen las criaturas a los perros que encuentran en la calle? Yo para eso lo mato. Eso es hacerse cargo. Vos preferís dejarlo que reviente en el patio y después tirarlo.
Jamás en mi vida abandoné ningún perro, dije, mordiéndome para no gritarle. Ni abandoné ni dejé morir a ningún perro. Jamás tuve perros. No me gustan los perros, mamá. Vos lo sabés mejor que nadie.
Te gustan los perros, sí que te gustan, hipócrita de mierda. No tenés perros por miedo. Porque sabés que no te da el cuero. Todo por miedo, todo. No parecés mi hija. Nunca pareciste ni de lejos hija mía.
Jamás abandoné ningún perro, repetí, con la voz quebrada.
Tu mamá tiene razón, Marianita. Analizá mejor las cosas, no te cierres así, dijo Sofi.
Con Sofi vivimos muchas vidas juntas. Ella sin aportar nada a nadie. Parasitándome a mí y a nuestros diferentes círculos íntimos. No iba a permitirle más comentarios como ese.
¡Callate, Sofi! ¿Quién te crees que sos para decirme lo que tengo que hacer? No se con qué cara das consejos después de todas las cosas que hiciste.
No te voy a contestar porque se lo mal que estás, Nita, dijo. Era típico de ella, recular por falta de argumentos.
Yo me hago cargo de mi vida, me decía mi mamá. De mi vida y de mis animales. Yo sé hacerme cargo.
¡Yo también! ¡Me hago cargo de todo, hasta de cosas que no tengo por qué!, protesté al borde de las lágrimas, sabiéndome derrotada.
El sol bajaba. Los vecinos abrían de par en par las rejas y las puertas principales, dejando sus perros libres. Los perros se colaban en las casas vecinas, jugaban a morderse las orejas, se montaban. Un cusco chiquito y sin carácter lamía los pies de mi mamá y de Sofi, alternando. Les metía la lengua entre los dedos. Ellas se reían. Se olvidaron de mí.
Mi hija me miraba por la ventana de la habitación mientras jugaba a deformarse la cara contra el vidrio. Apoyaba los labios y chupaba la superficie percudida. Fui hasta la casa, entré y me encerré en el baño.
Desde afuera me llegó música. El vecino había puesto una canción horrible de Jamiroquai o alguien así. Me acordé de un video que había visto, donde Jamiroquai se deslizaba por una plataforma y las paredes del cuarto en el que cantaba se corrían de lugar. No llegaba a recordar si era una plataforma alfombrada. Con cierta dificultad, visualicé el video. Quise entrar en su relato y olvidarme de mí pero no pude. Fui hasta la habitación donde estaba mi hija, todavía visualizando la plataforma, preguntándome de qué material estaría hecha. Agarré a mi hija por el pelo suelto, tiré. Ella gritó y yo tiré más fuerte. ¡Basta, Mariana! gritó. ¡Basta! La alcé y corrí llevándola por la plataforma difusa del video. De reojo vi el jardín, a Sofi empujar al perro y pararse, como amagando con intervenir en mi decisión. A mi mamá no la vi más.
Resbalamos por una alfombra, abrazadas. Las fibras se abrieron y nos hundimos en el torrente de las vidas futuras, yo conociendo de antemano todo el daño que íbamos a recibir.
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