domingo, 29 de julio de 2012

Esos ojos.

En sus ojos se había producido una de las mayores inundaciones que he visto y sollozaba, intentando disimular la tristeza, así que me acerque, seque las lágrimas de mis ojos y de los suyos y pregunte


_ ¿Qué te sucede?, ¿Qué es lo que empaña tus ojos?


_ No quiero que estemos lejos, no quiero separarme de la persona que más esperanzas me da. Creí que siempre estarías conmigo.


_ Siempre es mucho tiempo_ dije mientras ponía la mano sobre su corazón y continuaba diciendo_ pero, pase lo que pase estaré aquí dentro, apoyándote ante las adversidades y velando por tu felicidad. Cuando parezca que el cielo a dejado de ser azul, los problemas se te caigan encima y el mundo intente sepultarte en vida, piensa en mi, y da por seguro que yo también estaré pensando en ti.


_Entonces… Por muy lejos que nos encontremos, ¿Tu siempre viajaras conmigo? ¿Será como si te llevara siempre dentro de mí?


_ Claro, nunca te abandonare, ni tú a mí. Cuando el arco iris pierda su esplendor y el sol deje de brillar, estaremos ayudándonos mutuamente y echándonos de menos, como si fuéramos dos, en un mismo cuerpo.


Entonces dejo de llover en su cara y mostró una extensa sonrisa que consiguió contagiarme.

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