sábado, 30 de julio de 2011

«Odio todo lo que se interpone entre tu cuerpo del mío, aún así sea aire»


—Juana la Loca.

Gabriel, todas las noches que se lo podía permitir, acudía a la alcoba de la humana para contemplar como su cabello rubio dorado caía sobre su almohada creando un río de aguas de oro. El pecho de ella, Isabel, subía y bajaba rítmicamente. Gabriel cerró los ojos y empezó a contabilizar las serenas respiraciones de la chica; aquello era lo único capaz de ot
orgarle la paz que él tanto anhelaba.

«Quisiera poder estar con ella —pensó pesaroso acariciando las pálidas plumas de sus alas—. Me gustaría poder tocar su incitante piel y memorizar su textura». Pero aquello era una pretensión prohibida puesto que a los ángeles no se les era concedido el privilegio de relacionarse con aquellos que no eran de su especie
.

Gabriel suspiró examinando sus alas con odio. «¡¡Ojalá desaparecierais!! —gritó internamente—. ¡No me hacéis falta para nada!»

Inesperadamente en sus oídos se coló el sonido de unas bisagras viejas y oxidadas. Se le pusieran pelos de punta. Apretó los dientes trata
ndo de contenerse.

—¿Tanto las odias? —inquirió alguien a su espalda. Gabriel saltó asustado y se giró sobre sí mismo buscando al responsable de aquel estruendo. Isabel se terminaría despertando si aquel ser seguía haciendo tanto ruido.

Pudo vislumbrar a través del hueco de la ventana unos o
jos borgoñas insólitamente oscuros, los cuales se encontraban protegidos tras unas espesas pestañas negras y unas cejas gruesas y pobladas.

—¿Quién eres? —interrogó Gabriel entre asombrado e insultado. Mantuvo su vista clavada en los rasgos marcados de aquel rostro extrañamente agraciado. Su tez era tan pálida que parecía mármol.

—Mi nombre es Konhat —los ojos de aquel tipo le escudriñaro
n de arriba abajo antes de añadir con vehemencia—. ¿Qué es lo que le encuentras tan interesante a la humana?

Gabriel, sorprendido por aquella pregunta se encogió de hombros dejando que su flequillo le tapara sus ojos color celeste. Aquel tipo parecía peligroso y Gabriel no tenía ganas de tentar a su suerte.

—Está sucia —espetó Konhat sonriendo con sorna; como si ello fuera de su agrado—.Las almas corrompidas no tienen ningún valor.

Gabriel no escuchó aquellas palabras, estaba extasiado por el tinte rosado de los labios de la chica. Quería tocarlos. ¿Cómo se sentirían al tac
to?, ¿serían suaves? La mano de Gabriel se extendió, y, antes de tomar contacto con la boca femenina se detuvo en seco.

En el fondo de la habitación se podía vislumbrar el brillante cabello de Isabel, el cual se agitaba de un lado para otro húmedo por el sudor. Su cuerpo, sin ningún tipo de ropa que lo resguardara, se agitaba de arriba abajo al compás de unas respiraciones irregulares y frenéticas. Debajo ella estaba un tipo, de unos cincuenta años de
 edad, extasiado porque la entrepierna de aquella joven se deslizara sobre su falo. Su miraba hambrienta oscilaba entre la coyuntura de sus partes y los tambaleantes pechos de pezones rosados de Isabel.

—¡Quiero escucharte gemir! —le ordenó él con voz de pito.


Ella lo hizo, contemplando de reojo el fajo de billetes que descansaban en su mesita. Cien euros por aquello. Se mordió la lengua, reteniendo sus ganas de vomitar.

Cerró los ojos y continuó con su trabajo; si seguía observando aquel pecho peludo y cano terminaría echando la cena.

Gabriel retrocedió conmocionado.

—No puede ser… —musitó intentando encontrar la voz.

Konhat sonrió con sorna peinando las hebras oscuras de su cabello. Retiró un mechón negro que le dificultaba la visión.

—Y bien. ¿Ahora sigues pensando lo mismo de la humana?


Gabriel no contestó. Se mantuvo impertérrito; tieso como un palo. Estaba alterado por la escena que acababa de presenciar. Abrió la boca como lo haría un pez dentro de una pecera para extraer el oxígeno del agua. Se sentía idiota.

—Isabel… —sólo atinó a decir eso. El delicado rostro de la chica estaba en su cabeza; tan hermosa… y aún así él no alcanzaba a apreciarla como lo hacía antes. Estaba sucia.

—Las apariencias engañan —sentenció Konhat con regodeo. Gabriel chilló dolido por el tono divertido en el que Konhat pronunció aquella frase. Furioso, dejó salir parte de su ira.

—¡¡Es mentira!! ¡Me estás engañando! ¿¡Por qué me has puesto e
sa imagen de ella en mi cabeza!? —gritó él angustiado.

Konhat se encogió de hombros con aparente indiferencia.

—Yo sólo retiré la venda que tenías en tus ojos.

Gabriel en aquellos instantes era incapaz de pensar como lo haría una persona cuerda. Konhat le había arrebatado el ideal que tenía de la mujer a la que amaba, y lo único que podía hacer ante ello era dejarse ahogar en la rabia que le producía aquella situación.

—¡Demonio! ¡Eres un demonio que intenta atraparme en su quimera!

La pupila de Konhat parecía haber absorbido por completo el iris d
e sus ojos.
"¿Qué es el hombre dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con respecto a la nada. Un intermedio entre la nada y el todo."







You fingertips across my skin
The palm trees swaying in the wind
Images

You sang me Spanish lullabies
The sweetest sadness in your eyes
Clever trick

I never want to see you unhappy
I thought you'd want the same for me

Goodbye, my almost lover
Goodbye, my hopeless dream
I'm trying not to think about you
Can't you just let me be?
So long, my luckless romance
My back is turned on you
I should've known you'd bring me heartache
Almost lovers always do

We walked along a crowded street
You took my hand and danced with me
Images

And when you left you kissed my lips
You told me you'd never ever
forget these images, no

I never want to see you unhappy
I thought you'd want the same for me

Goodbye, my almost lover
Goodbye, my hopeless dream
I'm trying not to think about you
Can't you just let me be?
So long, my luckless romance
My back is turned on you
I should've known you'd bring me heartache
Almost lovers always do

I cannot go to the ocean
I cannot drive the streets at night
I cannot wake up in the morning
Without you on my mind
So you're gone and I'm haunted
And I bet you are just fine
Did I make it that easy
To walk right in and out of my life?

Goodbye, my almost lover
Goodbye, my hopeless dream
I'm trying not to think about you
Can't you just let me be?
So long, my luckless romance
My back is turned on you I should've known you'd bring me heartache 
Almost lovers always do.

miércoles, 27 de julio de 2011

Pues si, es cierto que al mundo venimos solos y que nos iremos en un estado similar, pero en el medio nos cruzaremos con miles de personas, individuos que necesariamente nos afectarán de una u otra manera, que nos irán moldeando, que sacarán lo mejor y lo peor de nosotros, que dejarán huellas indelebles y cicatrices inolvidables. En definitiva, en este paso por el mundo no estamos solos, y es por eso que nos constituimos como sujetos, sujetos sociales que conviven, o al menos sobreviven junto a otros. Y está en nuestra esencia, el ser humano no se diferenciaría demasiado de otro ser vivo sino fuera que ES porque ES CON OTROS, y “ser con otros” es igualmente posible sólo porque tenemos este tesoro extraordinario en el cual nos conformamos y del cual nos vamos apropiando al tiempo que transformamos: el lenguaje.
Por su parte, este “ser con otros” nos tienta permanentemente  a juzgar los actos del otro sobre bases tan poco firmes como inciertas. Desconocemos la mochila que cada uno carga sobre sus hombros y sin embargo, ahí estamos, siempre listos para sentenciar o darle el visto bueno a cómo los sujetos que nos rodean determinan sus rumbos. Tomar decisiones es inherente al ser humano, y lo hacemos teniendo todo un bagaje cultural de trasfondo, lleno de experiencias únicas e irrepetibles, lleno de valores y principios que cada uno supo adquirir en su camino.
Algunas decisiones hacen que nuestra vida tenga momentos bisagra, un antes y un después, y esas son decisiones que también contribuyen a constituirnos como sujetos, al hacernos responsables de nuestros destinos. Ahora bien, existe toda otra serie de circunstancias que hacen que nuestro rumbo cambie de dirección por razones que nos son totalmente externas y por tanto incontrolables. Nadie está exento de esto último, no somos más que devenires en un devenir más general, y no tenemos más opción que ponerle pecho firme a lo que nos toca y continuar, y seguir viviendo cada instante al máximo, como si fuera el último...porque algún día lo será.
 “Polvo eres y en polvo te convertirás” cita con precisión la Biblia, nuestro destino es fatal, miremos por donde miremos. En esta afirmación no existe el bien ni el mal, éstos no son más que conceptos moralmente definidos, pero la moral no es más que un estándar creado por la sociedad para garantizar cierto orden, un orden íntimamente relacionado con el “deber ser”. Entonces, ¿Quiénes somos para juzgar?, y lo que es peor, fundamentar nuestros juicios en post del bien y el mal, como si fueran determinaciones trascendentales e inamovibles creadas por algún ente superior? No, la moral la creamos nosotros y no es otra cosa que reflexiones preestablecidas sobre lo bueno y lo malo. Pero la mayoría tenemos la capacidad de deliberar sobre lo bueno y lo malo y no necesariamente concluir en el bien y el mal de la sociedad. Es necesario reconocer que, aunque el fantasma del “deber ser” nos aceche por todos lados, cada uno esta atravesado por sus propias vivencias y evalúa su vida de acuerdo a ellas.
De todas formas, prescindir de la moral no implica que todo se convierta en un caos, que no nos tenga que importar nada, al contrario, demanda un esfuerzo mayor que el de someternos a un modelo preestablecido, requiere de un trabajo reflexivo que no todos los individuos estamos dispuestos a hacer. Si nos manejamos moralmente, siempre existe la posibilidad de excusar nuestros actos o juicios en nombre de estos parámetros trascendentales. Si nos guiamos según nuestros propios criterios, asumimos toda la responsabilidad de nuestras acciones y de nuestros juicios. En última instancia, es preferible equivocarnos por nuestros propios medios, que tener razón por un punto de vista impuesto.
Por su parte, la moral es algo que está creado para funcionar en cierto orden, en cierta armonía, basta que ocurra algo que nos descoloque los esquemas para tirar estos principios del más allá por la borda. Vivimos planeando, programando, calculando, aún siendo conscientes de que nuestra existencia no depende de nosotros. Aún así continuamos queriendo tener todo bajo control, y si algo se nos va de las manos, desesperamos, entramos en crisis, y hasta colapsamos. Y esto sucede porque aquello por lo que delineamos parte de nuestro rumbo, nunca nos fue realmente propio, sino que fue instituido desde el primer día.
Lo mismo ocurre con lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, al mejor estilo platónico ¿Por qué tu ideal tiene que ser mi ideal?, y más específicamente, ¿Por qué debería tener un ideal después de todo? Como si viviésemos una realidad única e inamovible, como si existiera un modelo a seguir para cada caso presumiendo que un momento puede ser similar a otro. Se encuentran tantas realidades como personas en el mundo, y si bien construimos una realidad en común para garantizar cierta convivencia, un punto de vista jamás será igual a otro, ya que un “ser en el mundo” será siempre diferente a otro “ser en el mundo”. Y en definitiva eso es lo maravilloso de la vida, lo extraordinario de la existencia, el sabernos diferentes y el aprender a afirmarnos en esa diferencia, sin ser esclavos ni tiranos. Vivimos inmersos, atravesados y rodeados por flujos de fuerzas, energía, sentimientos, emociones, y en fin, toda una serie de detalles de lo más imperceptible, que sin embargo nos afectan y transforman en nuestra cotidianeidad.
Todo es parte del juego de la vida, juego que no está exento de sus reglas pero cuyo estandarte es el azar y nuestra voluntad de enfrentarlo. Nietzsche nos aconsejaría: “Que el universo no tiene finalidad, que no hay finalidades que esperar ni causas que conocer, esta es la certeza para jugar bien.”

martes, 26 de julio de 2011

Me encanta este poema...



Efímero y Eterno
Destello asignificante que fisura mi estructurado ser
fuga imperceptible en un comienzo,
incontrolable una vez advertida.
Me derramo por todos lados
simultáneamente permanezco intacta…
pero ya no soy yo, quién?
y me voy, emprendo viaje, a dónde?
Exploración, descubrimientos,
espacios nunca habitados por lo que fui
siempre olvidados por lo que seré…
Ocurre que es efímero,
efímero y eterno…
la eternidad como experiencia instantánea.
"Cuando somos felices siempre somos buenos, pero cuando somos buenos no siempre somos felices"




lunes, 25 de julio de 2011

"En algun momento hay que decidirse; los muros no mantienen a los demas fuera sino a ti dentro, la vida es un caos, somos asi. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirla saltandolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos y lo unico que se es que si finalmente te aventuras a cruzar...te das cuenta que las vistas al otro lado son hermosas"





Todavia me pregunto por que sigo escribiendo y pensando cosas positivas...realmente me siento mal, es una ola de sensaciones y emociones que no puedo explicar...me gustaria decir que las disfruto, pero esta vez no es asi...aunque si espero una cosa...que las cosas positivas que digo le sirvan de algo a alguien, algun dia.

domingo, 24 de julio de 2011

Simplemente...necesito que me arranque el corazon. Duele.

sábado, 23 de julio de 2011

"Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Esa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo."
Decir la verdad a la persona equivocada en el momento equivocado, es lo que me hizo terminar como termine...

jueves, 21 de julio de 2011

Hola.

Soñé con el…soñé que me decía eso que tanto anhelo que me diga, eso que anhelo que me haga…lastima que haya sido solo un sueño perfecto, con mi hombre perfecto, el cual no esta interesado en mi, por supuesto…es la típica historia que se repite una y otra vez. Ojala el leyera esto…y talvez, solo talvez se de cuenta que va dirigido a el, si es ud! No se da cuenta? Bueno…pensándolo bien si sabe que es ud, por algo me evita. Ojala pudiera sacarme esto que siento, pero como la mayoría de las cosas en esta vida, no es fácil. Talvez sea ridículo y absurdo todo esto que digo, pero es lo que siento y necesito sacarlo, para que ud y solo ud, talvez y solo talvez, se de cuenta…

miércoles, 20 de julio de 2011

Vomito mental.



Supongo que me canse…y llego ese sentimiento de aborrecimiento y negativa a parlar con el hombre inmediatamente dado. Ese que está ahí y que habla y habla… con un móvil colgado de la oreja, la mayor parte del día. Ese que, como decía el anuncio, cree a pie juntillas que la vida es móvil, o mejor, un móvil.


Hay tantos hechos pasmosos en la tecnología, que uno está tentado de creer que, los productos de la misma son el elemento clave de la educación. Me temo sin embargo, que internet y el móvil son artilugios a los que hay que acceder desde una sólida base educativa y no al revés, o en lugar de ser un útil se convertirán en mecanismos de una contagiosa estupidización globalizada, como no puede ser de otra manera, que dicen los políticos.


Tanto el móvil como internet, -frecuentemente ya, dos en uno- han despertado un curioso fenómeno que podríamos denominar “la llamada de lo lejano”. A primera vista diríamos que estamos ante un neorromanticismo, pues, en el Romanticismo lo lejano era el contenido de la nostalgia. La amada lejana, un mundo perdido, la flor azul, eran el objeto de la nostalgia y la nostalgia era la forma del amor, inalcanzable por definición, porque era ideal. Pero aquella tensión era una enorme fuente de riqueza desde cualquier punto de vista humano: artístico, psíquico, filosófico o científico.


Pero el móvil… Dejando aparte la conversación de negocios, generalmente rápida, por eso, por negocio, el móvil se ha vuelto un mecanismo de nostalgia vana, idiota, sin contenido. Uno espera una llamada, un mensajito, un ruidito cualquiera del móvil e interrumpe lo que está haciendo para ver qué es. Lo coge, lo abre, lo manosea, mira si hay llamadas perdidas, lo deja sobre la mesa y… a esperar.


Hace tiempo que no veía a un amigo y me lo encuentro por ahi: muestras de alegría de todo tipo. De repente suena el móvil y -¡Perdona un momento! ¡Ajá! ¡Sí, sí, sí! ¡No me digas! ¡Ajá! Bueno, bueno. Nos vemos. Un abrazo. Reanudamos la conversación y suena el móvil: es un toque. ¡Perdona un momento! Etc…


-Oye, que me alegro mucho de verte, pero ando con un poco de prisa.


-Yo también; a ver si nos vemos y charlamos un rato… Y uno se va, moviendo la cabeza: este idiota pierde lo cercano por lo lejano. Y eso que era un chico inteligente…


Una chica sentada en la cafetería está inmersa en su móvil. ¿Juega? ¿Escribe mensajes llenos de faltas de ortografía? ¿Sigue una historia de telebasura?


Un jovencito llama por su móvil: -Hola… ¡Aquí! ¡Estuve con fulana! ¡Ji, ji, ji!! ¿Nos vemos luego y te lo cuento? Sí.Bla bla bla.


No entendemos nada, pero la conversación de estos dos intelectuales discurre por el sendero de la tontería, hacía el camino real de la idiotez.


Una adolescente, a quien un chico lleva abrazada con la mano entre el pantalón y la nalga: -Hola, mamí. Aquí, con Silvia. Vamos a estudiar a casa de una amiga. Sí, no me esperes. Nos vemos mañana. Chao, mamí. Un besito. Y la madre llena de felicidad: ¿Ves, Antonio? Con el móvil, la niña siempre está controlada.


Un móvil sonó en la caja de un muerto y seguramente dejaron un mensaje en el buzón: Manolo, cuanto tengas un rato, llámame. Un rato… Manolo tenía delante una eternidad. ¡Esperemos que no contestara!


Hay casos llamativos en que los interlocutores hablan casi con monosílabos. Hay casos en que la gente gesticula en plena calle, sin la discreción que requiere la conversación. Hay casos en que la misma naturaleza del móvil es el sentido mismo de la vida… oh, se trata de un móvil de la última generación… Y, el colmo: se PRESUME de el móvil. ¡Santo cielo! El neoromanticismo no era tal sino una neo-gilipollez. Y no faltará psicólogo que a esta gilipollez le dé el nombre de adicción.


Y he aquí, cómo un instrumento que reúne una cantidad enorme de posibilidades se convierte en un juguete que nos absorbe y terminamos dándonos de cara con la realidad inmediata que, con frecuencia, es una farola o una señal de tráfico, y que nos hace olvidar ese otro mundo inmediato de alegría, placer, primavera, tristeza, pasión, belleza, muerte, dolor y amor a lo más lejano: esa imagen de nosotros mismos que va delante de nosotros y debería ser el ideal seductor de nuestro mejor yo.


La verdad es que soy una jodida loca, como dirían algunos. No quiero insistir, porque se me ha puesto la cara de color verde. Estamos perdidos, y eso hablando con optimismo.


El hombre occidental es un ser mimado. La ciencia en todos los terrenos ha avanzado de forma deslumbrante, para proporcionarle una vida más cómoda, con gran parte de sus necesidades satisfechas; pero el hombre actual, no ha reflexionado nunca en los bienes que se le dan gratuitamente, ni en el esfuerzo de creación tecnológica que lleva ese instrumento tan familiar que es el móvil. Cree que tiene derecho a todo, que todo se lo merece, porque él lo vale (como ha aprendido en la publicidad) o lo puede pagar. Tiene en sus manos un prodigio tecnológico, pero todo lo que ha aprendido es a apretar los botones que le alejan de la realidad más bella, la que le está rodeando, reclamando, mirando con ojos atónitos.


En fin. No es cuestión de seguir porque la cólera es el resultado de está reflexión si no se detiene uno a tiempo. Queda la alegría cínica del espectáculo y en el aire la repetida y nauseabunda frase de incitación a la imbecilidad: no se pierda esta oferta; llame ahora mismo y reserve… o bien ponga un sms a este número y recibirá… ¿Qué recibirá? Como respuesta a su estupidez, recibirá más estupidez hasta convertirlo en un cretino total, con un aviso, tristemente célebre: -Pásalo. ¡Y… Dios le ampare, imbécil, porque la imbecilidad es como la gripe: se contagia!


lunes, 18 de julio de 2011




Y asi, solo asi se siente...

Aveces olvido.

A veces olvido que para vivir sólo hay una oportunidad. Sólo una oportunidad para hacer todas las locuras que laten en mi corazón, sólo una oportunidad para llegar hasta el borde del arcoiris. Sólo una para contemplar los bordes del fin del mundo.
Sólo una. ¿No vale la pena superar todos los obstáculos? Incluso a mí misma.
Debería no hablar tanto y hacer las cosas.

(;



“No se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”

domingo, 17 de julio de 2011

Éxtasis.

Si te hiciera el amor, lo haría con la misma devoción con que un artista contempla a su obra maestra, de la misma manera que un hombre se extasía ante la música que lo hizo decidir ser músico, con la misma delicadeza con la que un ciego toca la cara de su amada, con el mismo amor con el que una madre toma a su bebé en sus brazos.
Si te hiciera el amor empezaría por pedirte que te desnudaras frente a mí y te contemplaría. Luego besaría tu sexo, así, cuando está dormido y suave lo besaría, quieto y carnoso, antes de que se vuelva duro como una piedra. Luego te besaría el vientre y lo recorrería todo con mi boca, me recostaría en el, me sumergiría en ese vientre suave y tibio, lo mordería y así subiría a tu pecho, recorriéndolo todo, poseyéndolo por completo, luego besaría tu cuello mientras acaricio tu cabello con mis manos, ahogándome en tu olor, entonces recorrería tu cara con devoción, tocándola delicadamente con mis dedos hasta llegar a tu boca que acariciariá apenas, te miraría directamente a los ojos y te besaría la boca, bebería de tu boca mientras mis manos te acarician el cabello, el cuello, la espalda, el pecho… Si te hiciera el amor te abrazaría con todo mi cuerpo, te abrazaría con mis brazos y mis piernas, con mis manos y mis pies, con mi vientre y mi boca, con mi cabello y mis ojos. Si te hiciera el amor, ¡si te hiciera el amor! te abrazaría hasta fundirme en ti, me hundiría en tu cuerpo hasta que tu sustancia se mezclara con la mía, hasta que nos fundiéramos como se funde la sal en el agua, como se funde el metal cuando está caliente; como se funden las sirenas con el mar ahogándose en él, poseídas, rodeadas, compuestas, formadas por mar.
Si te hiciera el amor… el amor… amor… ¿Se puede hacer el amor si no se ama por completo? ¿O se puede amar por un instante, un instante infinito?

Olvido.

Y así es que casi te olvido, y no te olvido porque quiera sino porque tengo que. ¿Y qué es el olvido sino la muerte? no puede ser la muerte, por mucho es un parche sobre el pasado que ha sido puesto ahí para negar que tiene alguna relación con el presente. Sin embargo la tiene,  y hoy que hojeaba mis recuerdos me encontré derrepente con tu piel y tu superficie o mi superficie donde están escritas impregnadas, palpábles y suaves y lijeras como una sábana un montón de presente que ya es pasado y que nunca será futuro.


Y es que el presente sabe a miel, a mango de temporada, a milanesas, huevo, papaya y a comida congelada y si los recuerdos tuvieran sabor este en particular sabría a lo que sabe el chocolate mas amargo y es que tu piel nunca volverá a ser la misma, su metamorfosis consiste en un proceso químico tan profundo que ni el cloro, ni el aguarrás, ni el tiner, ni el alcohol, ni el deseo, ni los ruegos a la Santísima Virgen podrían ayudarme a respirar de nuevo el exquisito olor cálido a tierra roja y a chocolate derretido corriendo por las arterias los cañones y  los valles de mi cuerpo.


Tu eco que trasciende los siglos se apaga lentamente, tan lento como se extingue el agua de un estanque y es tu voz nueva que hace más estanques y estanque sobre estanques y eco sobre eco y más eco,  ecos que nunca se apagan, estanques que se revuelven y vuelven en mi cabeza a ser mar y no estanque y el coro de ecos que resuena sin sentido y sin dirección y sin razón hacia el borde del mundo, el abismo del infinito donde se colapsa el presente y el presente que ya pasó y que está congelado y frío como la luna es  fria, como mis manos son frías y como el rostro que me regalas que usa como máscara el lado oculto de la luna.

sábado, 16 de julio de 2011


Encontré en tus labios un desierto,
tan inmenso como el mar, pero seco.
Tengo ganas de ahogarme en tus brazos de arena
envuelta por el todo
y por la nada,
quemada por el calor que me hace falta.
¿Acaso hay algo más que no sea desierto?
Quiero ahogarme en tu mar de arena
y no volver a respirar.


´´Se paciente y duro; algún día este dolor te será útil...``

El clásico de Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.


Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

viernes, 15 de julio de 2011

jueves, 14 de julio de 2011

Special needs




Remember me when you're the one who's silver screened
Remember me when you're the one you always dreamed
Remember me whenever noses start to bleed
Remember me, special needs

Just 19 and sucker's dream I guess I thought you had the flavour
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour

Remember me when you clinch your movie deal
And think of me stuck in my chair that has four wheels
Remember me through flash photography and screams
Remember me, special dreams

Just 19 this sucker's dream I guess I thought you had the flavour
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour
Just 19 and sucker's dream I guess I thought you had the flavour
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour

Remember me...

Just 19 this sucker's dream I guess I thought you had the flavour
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour
Just 19 and sucker's dream I guess I thought you had the flavour
Just 19 and dream obscene with six months off for bad behaviour

Remember me... 

En sus ojos se había producido una de las mayores inundaciones que he visto y sollozaba, intentando disimular la tristeza, así que me acerque, seque las lágrimas de mis ojos y de los suyos y pregunte
_ ¿Qué te sucede?, ¿Qué es lo que empaña tus ojos?
_  No quiero que estemos lejos, no quiero separarme de la persona que más esperanzas me da. Creí que siempre estarías conmigo.
_ Siempre es mucho tiempo_ dije mientras ponía la mano sobre su corazón y continuaba diciendo_ pero,  pase lo que pase estaré aquí dentro, apoyándote ante las adversidades y velando por tu felicidad. Cuando parezca que el cielo a dejado de ser azul, los problemas se te caigan encima y el mundo intente sepultarte en vida, piensa en mi, y da por seguro que yo también estaré pensando en ti.
_Entonces… Por muy lejos que nos encontremos, ¿Tu siempre viajaras conmigo? ¿Será como si te llevara siempre dentro de mí?
_ Claro, nunca te abandonare, ni  tú a mí. Cuando el arco iris pierda su esplendor y el sol deje de brillar, estaremos ayudándonos mutuamente y echándonos de menos, como si fuéramos dos, en un mismo cuerpo.
Entonces dejo de llover en su cara y mostró una extensa sonrisa que consiguió contagiarme.

martes, 12 de julio de 2011

                                                   




"Ella se pinta el rostro para ocultarse, sus ojos son como el agua profunda, el deseo no existe para ella, el sentimiento no existe para ella.

Ella es una artista del mundo etéreo; ella baila, canta, te entretiene todo lo que quieras. Lo demás son sombras, los demás es secreto..."




Por favor, no te vayas —imploró el Chico tomando la pálida e intangible mano de la Chica—. Quédate conmigo.

La Chica bajó su mirada al arenoso suelo a la par que sus labios sonreían de manera triste. Bajo aquellos granos terrosos estaba su cuerpo; arropado por las raíces y los gusanos que habitaban bajo tierra. Dentro de unos años su putrefacta carne y sus delicados huesos pasarían a ser polvo y terminaría desapareciendo todo rastro de ella; como si nunca hubiera estado ahí.

La Chica se aproximó al acantilado.

—¡¡Nooo!! —chilló él en un tono estridentemente desesperado—. ¡No me dejes! Por... Favoor...

La Chica rodó los ojos con pesadez y cansancio. Estaba muerta; hacerle compañía sólo intensificaría el tormento del Chico.

La Chica se agachó, y en aquella postura señaló una parte del suelo frente a ella. La incorpórea falda de su vestido rojo fuego se movía al compás de la corriente marina cercana a la costa del acantilado.

—¿Qué? —le interrogó él ansioso—, ¿qué quieres?

Ella ya no estaba. Los ojos del Chico alcanzaron sólo a vislumbrar como su translúcido cuerpo saltaba desde lo más alto del precipicio hacia las rocas donde eclosionaban las olas.

El Chico gritó, con todas sus fuerzas; dejando que el aire apuñalara sus cuerdas vocales para después rasgarlas haciéndolas vibrar hasta desgarrarlas.

Sus dedos se hundieron como garras en el suelo con ira, cada vez másprofundamente hasta que, inesperadamente se toparon con algo.

Ansiosamente confundido, se dio cuenta de que ello era lo que la Chica le trataba de indicar. Palpó una caja de madera; húmeda y mohosa.

La tomó con vehemencia y abrió con el pulso tembloroso. Había una nota.


Si tu corazón dejara de latir no quedaría nadie que fuera testigo de nuestra historia.

El Chico se enjugó una lágrima esquiva y arrugó conmocionado la hoja de papel. La corriente marina siseaba una canción de cuna.

Fuego.




Soy la Princesa de cabellos de fuego,
lucho contra dragones
y sueño con un pincel
que cambie lo que con mis ojos contemplo.

Yazco encerrada en una torre,
cautiva; sin salvación,
pues mi orgullo me impide llamar a un Príncipe
no necesito de su valor.

Soy la Princesa de mirada triste;
el Tiempo hizo mella en mí.
El grosor de estos barrotes me consume,
se apaga la llama de mi existir.

¿Y el Príncipe?
No le llamo.
¿Por qué?
No le necesito.

Soy la Princesa de candente alma,
yazco cautiva, sin esperanza.
Antes maté dragones y gané batallas,
y ahora se consume mi vida.

¿Por qué no le llamaste?
No le amo.
Pero ahora has muerto.
Poco importa.

Fui la Princesa de cabellos de fuego,
de mirada triste,
de candente alma.
No tuve Príncipe porque no le quise;

preferí morir sola a que viniera él y me liberara,
pues mi cuerpo perdería sus grilletes,
pero mis sentimientos
serían los esclavos de sus demandas.s.

Memento mori...



"Todo dura siempre un poco más de lo que debería."

El anciano mantuvo su mirada clavada en el gotelé del techo de su habitación. Exhausto e incrédulo no era capaz de asumir lo que le estaba ocurriendo. En su mente aún estaba la imagen de cuando era joven e iba a jugar con sus amigos al parque de enfrente al kiosco, o la del día en que conoció a Laura; ella llevaba un vestido azul marino largo y vaporoso que hacía juego con el tono de sus ojos.

Su vida había transcurrido en a penas un parpadeo. El hombre joven y robusto había marchitado en una persona esmirriada y arrugada.

Mañana haría dos años que su Laura falleció por un soplo en el corazón, y el parque en el que jugó de niño se había demolido dando paso a un conjunto de centros comerciales.

¿Tanto tiempo había pasado? ¿Cómo era posible que su vida se le escapara de semejante manera? El anciano trataba de atrapar los segundos de su existencia con avidez, y éstos se escurrían entre sus dedos como si estuvieran repletos de jabón.

Para el anciano, toda su existencia había acontecido en un segundo. Su niñez y juventud en unos instantes se hicieron ceniza; se consumieron inexorablemente. Anhelaba volver atrás y saborearlos, pero sabía que aquel deseo jamás le será concedido.


Y ahora, ¿qué le quedaba por hacer? Nada. No le restaban fuerzas para emprender sus sueños o expectativas. Durante unos instantes se planteó si había cumplido al menos alguno, pero inmediatamente desistió; estaba demasiado cansado para semejantes reflexiones tan complejas.

Sólo le quedaba el descanso. Cerrar los ojos y contabilizar sus instantes restantes de vida.


"No estarás para nada, no serás ni recuerdo, y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trata de acordarse de ti."

lunes, 11 de julio de 2011

Perdon por la tristeza

Inconfundible la textura
De tu pelo entre mi tacto
La desesperación anónima
De tener tu nombre en mis manos.

Tu ojo entrando en mis miradas
En mis pupilas dilatadas
Atándome tantos años después.

Tu abrazo siempre ausente
Me corta un suspiro frustrado
El benevolo deseo de atraerte
Sin saber que hacer en tus labios.

Ahora apura un perfume inolvidable
Causa de una sonrisa diminuta
Pero en un despertar la disputa
Sabe de haberte soñado otra vez.



No hope...




Pues si. Es dificil afrontar la realidad, no le puedes decir al sol, más sol, ni a la lluvia, menos lluvia. Y cuando el corazon muere de muerte lenta, mudando cada esperanza como las hojas de un arbol, hasta que no queda ninguna. No hay esperanza, no queda nada.